En la última aparición, octubre de 1917, la Virgen María dijo por fin su nombre: “Soy la Señora del Rosario”, y volvió a insistir en su recomendación: “Sigan rezando el rosario todos los días".

lunes, 28 de junio de 2010

NUESTRA SEÑORA DE LOURDES




La Historia - Lourdes, Francia

El 11 de febrero de 1858, Bernadette, una niña de catorce años, recogía leña en Massbielle, en las afueras de Lourdes, cuando acercándose a una gruta, una de viento la sorprendió y vio una nube dorada y a una Señora vestida de blanco, con sus pies descalzos cubiertos por dos rosas doradas, que parecían apoyarse sobre las ramas de un rosal, en su cintura tenia una ancha cinta azul, sus manos juntas estaban en posición de oración y llevaba un rosario.

Bernadette al principio se asusto, pero luego comenzó a rezar el rosario que siempre llevaba consigo, al mismo tiempo que la niña, la Señora pasaba las cuentas del suyo entre sus dedos, al finalizar, la Virgen María retrocedió hacia la Gruta y desapareció. Estas apariciones se repitieron 18 veces, hasta el día 16 de julio.

El 18 de febrero en la tercera aparición la Virgen le dijo a Bernadette: "Ven aquí durante quince días seguidos". La niña le prometió hacerlo y la Señora le expresó "Yo te prometo que serás muy feliz, no en este mundo, sino en el otro".

La noticia de las apariciones se corrió por toda la comarca, y muchos acudían a la gruta creyendo en el suceso, otros se burlaban.
Santa BernardetEn la novena aparición, el 25 de febrero, la Señora mando a Santa Bernadette a beber y lavarse los pies en el agua de una fuente, señalándole el fondo de la gruta. La niña no la encontró, pero obedeció la solicitud de la Virgen, y escarbó en el suelo, produciéndose el primer brote del milagroso manantial de Lourdes.

En las apariciones, la Señora exhortó a la niña a rogar por los pecadores, manifestó el deseo de que en el lugar sea erigida una capilla y mando a Bernadette a besar la tierra, como acto de penitencia para ella y para otros, el pueblo presente en el lugar también la imito y hasta el día de hoy, esta práctica continúa.

El 25 de marzo, a pedido del párroco del lugar, la niña pregunta a la Señora ¿Quien eres?, y ella le responde: "Yo soy la Inmaculada Concepción".

Luego Bernadette fue a contarle al sacerdote, y él quedo asombrado, pues era casi imposible que una jovencita analfabeta pudiese saber sobre el dogma de la Inmaculada Concepción, declarado por el Papa Pío IX en 1854.
En la aparición del día 5 de abril, la niña permanece en éxtasis, sin quemarse por la vela que se consume entre sus manos.

El 16 de julio de 1858, la Virgen María aparece por última vez y se despide de Bernadette.

En el lugar se comenzó a construirse un Santuario, el Papa Pío IX le dio el titulo de Basílica en 1874. Las apariciones fueron declaradas auténticas el 18 de Enero 1862.
Lourdes es uno de los lugares de mayor peregrinaje en el mundo, millones de personas acuden cada año y muchísimos enfermos han sido sanados en sus aguas milagrosas. La fiesta de Nuestra Señora de Lourdes se celebra el día de su primera aparición, el 11 de febrero.

El mensaje de la Virgen
El Mensaje que la Santísima Virgen dio en Lourdes, Francia, en 1858, puede resumirse en los siguientes puntos:

1-Es un agradecimiento del cielo por la definición del dogma de la Inmaculada Concepción, que se había declarado cuatro años antes (1854), al mismo tiempo que así se presenta Ella misma como Madre y modelo de pureza para el mundo que está necesitado de esta virtud.

2-Es una exaltación a la virtudes de la pobreza y humildad aceptadas cristianamente, al escoger a Bernardita como instrumento de su mensaje.

3-Un mensaje importantísimo en Lourdes es el de la Cruz. La Santísima Virgen le repite que lo importante es ser feliz en la otra vida, aunque para ello sea preciso aceptar la cruz.

4-Importancia de la oración, del rosario, de la penitencia y humildad (besando el suelo como señal de ello); también, un mensaje de misericordia infinita para los pecadores y del cuidado de los enfermos

Santa Bernardette
Santa Bernadette Soubirous: nació el 7 de enero, de 1844, en el pueblo de Lourdes, Francia. Su nombre era Marie Bernard, pero la llamaban Bernadette. Su salud era precaria, desde niña fue asmática, tiempo después de las apariciones, fue admitida en la Comunidad de Hijas de la Caridad de Nevers. En julio de 1866 comenzó su noviciado y el 22 de septiembre de 1878 pronunció sus votos, falleció unos meses después, el día 16 de Abril de 1879.

La vida de Bernadette, después de las apariciones estuvo llena de enfermedades y humillaciones, soporto muchos dolores, tenia tuberculosis, un tumor en la rodilla, problemas en los oídos.


En los primeros años con las monjas, la Santa jovencita sufrió mucho, no solo por su mala salud, sino también a causa que la Madre superiora del lugar que no creía en sus enfermedades, inclusive decía que cojeaba de su pierna para llamar la atención.
Como religiosa se dedicó a ser asistente de enfermería y más tarde cuando ya estuvo muy mal de salud, fue sacristán. Antes de morir dijo: "Ruega Señora por esta pobre pecadora".

Santa Bernardita Incorrupta30 años más tarde, su cadáver fue exhumado, y hallado en perfecto estado de conservación, unos años después, poco antes de su Beatificación, efectuada el 12 de Junio de 1925, se realizó un segundo reconocimiento del cuerpo, el cual seguía intacto.

Bernadette fue Canonizada el 8 de Diciembre de 1933. Su cuerpo incorrupto todavía puede verse en el Convento de Nevers, dentro de un féretro de cristal. La festividad de la Santa se celebra el 16 de Abril.

La Piedad de Bernardette vence las pruebas

Sta BernardetteDos virtudes resaltaban en Bernardette: la piedad y la modestia. Para ser piadoso no es necesario ser sabio. Aún cuando se hizo religiosa, ella misma decía que no sabía como orar y sin embargo pasaba largas horas en oración. Y su oración no era mecánica, sino que le hablaba a Dios y a la Virgen como se habla con una persona cara a cara. Era pues una oración del corazón, intensa, honesta y eficaz.


Amaba la oración. Ella sabía muy bien como rezar el Santo Rosario el cual siempre llevaba en su bolsillo. Lo tenía en sus manos cuando se le apareció la Virgen. Su primer gesto en momentos de cualquier prueba o dificultad era siempre tomar su rosario y empezar a recitarlo.

La pequeña escogida por la Virgen tendría mucho que sufrir hasta el día de su muerte, tanto sufrimientos morales como físicos; pero nunca debemos olvidar que Dios guía a esta pequeña niña y que ella era responde con humildad, abandono, fe y coraje. Bernardette poseía además virtudes que serían criticadas durante toda su vida como "defectos". Por este error de la gente se puso en duda también la autenticidad de las apariciones.

Esta niña de solo 14 años (cumplidos en Enero 7 1858), tuvo que ser sabia, firme, extraordinariamente valiente y saber discernir, para poder enfrentarse con las personas que trataban de disuadirla, entre ellas sacerdotes, obispos, jefes de la policía, procuradores, etc.

Para tener una idea de la fortaleza interior y la capacidad de su juicio, podemos ver algunas de las frases que dijo durante los interrogatorios a los que tuvo que someterse. Después de que el Procurador Imperial, el señor Dutor, hizo quedarse de pie por mucho tiempo a Bernardette y a su mamá, al fin les dijo condescendientemente:

-"Ahí hay sillas. Pueden sentarse"

Bernardette respondió: "No. Pudiéramos ensuciárselas"

En otra ocasión, cuando le preguntaron sobre el idioma en que le habló la Virgen, Bernardette dijo:
-"Ella me habló en dialecto"

-"La Virgen María no pudo haber hablado en dialecto", le respondieron, "Dios y la Virgen no hablan dialecto".

A lo que ella respondió: "¿Cómo podemos saber nosotros dialecto si ellos no lo hablan?"

-"Oh, ¿por qué piensa que me habló en Francés? ¿puedo yo hablar en Francés?"

En la doceava aparición Bernardette le acercó un rosario a la Virgen. Un sacerdote le preguntó después de la aparición: ¿Así que ahora también bendices rosarios?
Bernardette se rió y dijo: "Yo no uso una estola, ¿o sí?."

Otro le preguntó: "Así que Bernardette, ahora que la Virgen te ha prometido que irás al cielo, no necesitas preocuparte del cuidado de tu alma".

Bernardette: "Pero Padre, yo solo iré al cielo si me porto correctamente"

Sus interrogatorios serían de largas horas, algunas veces días enteros; y sus interrogadores trataban de engañarla para que contradijera sus declaraciones. Pero ella se mantenía alerta, en guardia, sabiendo que ellos no querían la verdad, sino probar que lo había inventado todo.

Bernardette tuvo que enfrentarse frecuentemente con el párroco de Lourdes, Abbé Peyramale, quién tenía fama por su mal genio. Sin embargo todas las veces que nuestra santa fue a verlo, a pesar del temor que sentía, nunca se echó atrás, sino que siempre vencía su natural miedo. Su voluntad de cumplir con lo que la Virgen le había encargado podía mucho más que el mal genio del sacerdote.

Y así vemos como Bernardette cumple los deseos de la Virgen a pesar de grandes obstáculos y de sus propias flaquezas. Al final, en el último día de las apariciones, el 25 de marzo de 1858, la Virgen revela su identidad dándole a Bernardette la prueba que tanto pedía su párroco para creerle.

Las palabras de la Virgen, "Yo Soy la Inmaculada Concepción" , fueron las que derrumbaron de una vez por todas el muro de la incredulidad en el corazón de párroco, quién se convirtió desde ese momento en su más grande defensor y apoyo, usando su mismo temperamento contra los que atacaban a la niña.

A diferencia de otras apariciones, como La Salette, Pointman, Fátima, Knock, Beuraing, exceptuando la Medalla Milagrosa; Bernardette era la única vidente. No tenía otros que corroborasen el testimonio y le sirviesen de apoyo. Su única fuente de fortaleza era la misma Virgen Santísima. Pero esta era suficiente para ella.

Llegaría un tiempo donde sus cualidades, su fuerza interior, su rapidez al contestar, todas usadas para defender las Apariciones de la Virgen, se usarían en su contra. Aquellos que la apoyaban sabían entender sus grandes virtudes, pero para los que la criticaban eran sus grandes defectos. A su fortaleza interna le llamaban terquedad; a su rapidez en responder le llamaban insolencia. Una vez en el Convento de San Gildard, en Nevers, cuando fue acusada de tener amor propio, ella dibujó un círculo y puso la marca del dedo en el centro del mismo y dijo: "Que el que no tenga amor propio ponga su dedo aquí" (indicando la marca del centro).

Las apariciones fueron para Bernardette un regalo inmerecido, un regalo que que en si mismo no la hizo santa. Era un regalo para el mundo, pero que al mismo tiempo por su admirable correspondía a la gracia, la llevaría a la santidad.

Hemos de tener claro que Santa Bernardita no fue canonizada por haber visto a la Virgen Santísima, sino por haber subido por la escalera de la santidad a través de enormes pruebas y cruces. Para ser santo no es necesario haber tenido grandes experiencias místicas. Es suficiente tener estas dos cosas: humildad y amor. Es en la asidua oración y en la vida de virtud que el amor se expresa a sí mismo.

Después de las apariciones
LourdesLa humilde jovencita escogida para tan gran misión, permaneció después de las apariciones como era antes, es decir la Virgen se encargo de conservarla sencilla, humilde y modesta. No le gustaban el bullicio ni la popularidad.
Pasaba como una mas, excepto por sus virtudes, por su inocencia, su candor y rectitud en su obrar. Hizo su primera comunión el mismo ano 1858, el 3 de junio, día de Corpus Christi. Nada espectacular sucedió excepto que ella había piadosamente recibido a Jesús.

Dios seguía visitándola, no con brillantes apariciones, sino por la prueba amarga de los sufrimientos: de la incomprensión, burla, casi siempre estaba enferma, soportaba dolores de toda clase, recogida y resignada con paciencia. Sufría de asma crónica, tuberculosis, vómitos de sangre, aneurisma, gastralgia, tumor de una rodilla, caries en los huesos, abscesos en los oídos que le ocasionaron sordera, que esta se le quito hasta un poco antes de su muerte.

La Virgen le dijo a Bernardette: "No te prometo hacerte feliz en este mundo, sino en el próximo". Y estas palabras de la Virgen se cumplieron plenamente en nuestra santa. Mucho tuvo que sufrir durante su vida hasta su muerte a los 35 años. La salud de Bernardette era muy delicada, muchas veces tenía que estar en cama con fiebre; tenía días bien críticos con ataques de asma que muchas veces eran bien dolorosos.

Muchos encontraban cura en la fuente de Lourdes, pero no Bernardette. Un día le preguntaron: "¿No tomas del agua de la fuente?. Estas aguas han curado a otros, ¿por qué no a ti?. Esta pregunta insidiosa pudo haberse convertido en una tentación para Bernardette en no creer en la aparición, pero ella no se turbó. Le respondió:

"La Virgen Santísima quizás desea que yo sufra. Lo necesito"

¿Porqué tu más que otros?
-"El buen Dios solo lo sabe".

¿Regresas algunas veces a la gruta?
- "Cuando el Párroco me lo permite".

¿Porqué no te lo permite todo el tiempo?
-"Porque todos me seguirían".

Antes habías ido aún cuando se te había prohibido.
- "eso fue porque fui presionada."

La Virgen Santísima te dijo que serías feliz en el otro mundo, así que estas segura de ir al cielo.
- "Oh no, eso será solo si obro bien".

¿Y no te dijo Ella que hacer para ir al cielo?
-"Nosotros lo sabemos muy bien; no es necesario que yo lo diga".

Últimos años en Lourdes
Bernardette no podía recibir en su casa el cuidado que ella necesitaba para su frágil salud y el gran número de visitantes curiosos le causaban fatiga. Viendo esta necesidad, Abbé Peyramale pidió a la Superiora del Hospicio de Lourdes que acogiera a la niña. Le dijo:

"Es con ustedes que la niña debe estar. Ustedes pueden darle el cuidado que ella necesita en todos los aspectos".

En el año 1860, las Hermanas de la Caridad de Nevers, que servían el hospital y la escuela, le ofrecieron un asilo titular. Desde aquel día permaneció bajo su techo, con su salud delicada, pero con su consigna de siempre: no llamar la atención de nadie. Aún cuando sus padres ya se habían mudado de la cárcel y vivían en un molino, le dieron permiso sin dificultades de permanecer con las hermanas. Su madre lloró por su partida pero sabía que era por el bienestar de la niña.

En el hospicio Bernardette fue asignada bajo el cuidado de la Hermana Elizabeth, quien le debía enseñar a leer y escribir mejor. Bernardette tenía 16 años, era julio de 1860. La superiora le dijo a la Hna. Elizabeth: "se dice que ella no es muy inteligente, mira a ver si es posible hacer algo con ella".

La Hna. Elizabeth al entrar en contacto con Bernardette diría: "Encuentro en ella una inteligencia muy viva, un candor perfecto y un corazón exquisito". Ella diría a la madre superiora: "Mi querida Madre, la han engañado. Bernardette es muy inteligente y asimila muy bien la doctrina que se le da."

Sin ser brillante, Bernardette adquirió gran cantidad de conocimiento elemental. En su tiempo en el hospicio, permaneció siendo una niña de su edad. Era recta, sincera, piadosa pero traviesa, muy vivaz, a quien le encantaba reír, jugar y bromear. Muchas veces la ponían a cuidar niños más pequeños, como era la costumbre en las escuelas elementales y Bernardette se mostraba tan joven y juguetona como la más pequeña niña.

Uno de los niños diría mas tarde:

"Bernardette era tan simple. Cuando le pedían que nos cuidara, lo hacía de una manera tal, que parecía otra niña jugando con nosotros, que no nos hacía pensar tanto en su aventura milagrosa. Criados con este pensamiento de que nuestra compañera había visto a la Virgen, lo considerábamos tan natural como un niño de hoy día que ha visto al presidente de la república".

Bernardette era completamente natural en su comportamiento diario, sin embargo era muy seria tocante a su vida cristiana.

Al crecer, Bernardette tuvo como toda joven, sus momentos de vanidad, queriendo estar arreglada y lucir bien. Pero todas estas vanidades pasaron por ella rápidamente y sin dejar ningún rastro en su corazón.

Decía la Hna. Victorina: "La fiebre pasó rápidamente y no dañó su profunda piedad".

La comunidad contaba con las oraciones de Bernardette. Un día una religiosa, la Madre Alejandrina, sufrió una torcedura y el médico le mandó a tener reposo. Pero ella era muy activa y le pidió a Bernardette que le pidiera a la Virgen que la curara. Bernardette inmediatamente fue a rezar ante la estatua de la Virgen en la capilla. Oró con todo su corazón. ¿Qué pasó?... no sabemos nada más que al otro día el doctor encontró a la Madre Alejandrina ocupada en su trabajo, como si nada hubiese pasado.

La vocación religiosa

La Virgen Santísima le dio una gracia especial al llamarla a la vida religiosa. Parece que nunca Bernardette consideró en serio el matrimonio. A los 19 o 20 años, en 1863, la vocación de ser religiosa se le presentó claramente. Había considerado vagamente ser carmelita, pero no fue difícil hacerle comprender que su salud era muy delicada para enfrentar los rigores del Carmelo.

Fue el Obispo Forcade de Nevers, que tenía en su diócesis la Casa Madre de las Hermanas de la Caridad del hospicio y la escuela de Lourdes, quien contribuyó definitivamente en su orientación. El le preguntó cuáles eran sus intenciones para el futuro y ella le respondió: "Señor Obispo, todo lo que pido es quedarme en esta casa como una sierva"

Pero hija mía, ¿no has pensado en llegar a ser una religiosa como las hermanas a las que tan apegada estás?.
- "Oh, Señor Obispo, nunca he creído que esto pudiese ser para una ignorante y pobre niña como yo. Usted sabe bien que soy pobre y no tendría la dote necesaria".

No es la pobreza lo que debe detenerte. Se puede hacer una excepción a la regla y recibir a una joven sin dote, si ella tiene signos claros de vocación".
- "Señor Obispo, sus palabras me han tocado profundamente, le prometo que pensaré en ellas" .

Bernardette comprendía que una decisión como esta no se hace sin consideración y reflexión. El Obispo estaba muy complacido con su prudencia y le recomendó que se tomara su tiempo e hiciera su decisión con completa libertad y sin apresuramiento.
En Agosto de 1864, Bernardette dijo a la Madre Superiora del Hospicio:
"Madre mía, he orado mucho para saber si estoy llamada a la vida religiosa. Creo que la respuesta es "sí". Yo quisiera entrar en su congregación si soy aceptada. Permítame pedirle que le escriba al Obispo".

En respuesta la superiora abrazó a Bernardette y sus lágrimas de gozo fueron su afectuosa respuesta.

Habiendo hecho su elección, más ataques de enfermedad y la necesidad de tratar varios remedios retardaron la puesta en práctica de su promesa.

En 1866 escribió: "Estoy mas presionada que nunca a dejar el mundo. Ahora he decidido definitivamente y espero dejarlo pronto".

Por fin llegó el gran día a comienzos de Julio de 1866, tenía 22 años de edad. Por última vez fue a la amada gruta donde su despedida fue de todo corazón. "¿Ven la gruta?, era mi cielo en la tierra". Al día siguiente se despidió de su familia y en Julio 4 1866, Bernardette dejó su pueblo natal para nunca más volver.

Antes de partir improvisa una oración tomando como pauta el Magnificat: acción de gracias por la pobreza de su esclava. Se dirige directamente a María: "Si, Madre querida, tu te has abajado hasta la tierra para aparecerte a una débil niña..Tu, reina del cielo y la tierra, has querido servirte de lo que había de mas humilde según el mundo".

La religiosa, la Santa

Se va para comenzar su noviciado. Llegaron al convento de las Hermanas de la Caridad de Nevers, el 7 de julio de 1866 en la noche. El domingo Bernardette tuvo un ataque de nostalgia que le llevó a estar llorando todo el día. La animaban diciéndole que este era un buen signo ya que su vida religiosa debía empezar con sacrificio. En los anales de la Casa Madre se lee:

"Bernardette es en realidad todo lo que de ella hemos oído, humilde en su triunfo sobrenatural; simple y modesta a pesar de que todo se le ha unido para elevarla. Ella ríe y es dulcemente feliz aunque la enfermedad se la está comiendo. Este es el sello de la santidad, sufrimiento unido a gozo celestial."

Hermana María Bernarda

Ni la superiora, la hermana Josefina Imbert, ni la maestra de novicias Madre María Teresa Vausou, entendían el tesoro que se les había confiado. Sí, admitían que la Virgen se le apareció, pero la veían tan "ordinaria", que tenían dificultad en ver santidad en ella. Su idea de santidad aparentemente era diferente a la de la Iglesia.
En el proceso diocesano de Beatificación, el Reverendo P. Peach, profesor de teología dogmática en el seminario de Moulins, les dijo a sus estudiantes:

"El testimonio llegó a esto, que Bernardette era muy ordinaria. Pero cuando se les preguntó si ella era fiel a las reglas, si tenía que ser corregida por desobediencia o en referencia a la pobreza y castidad, todas se apresuraron a decir: "Oh no, nada de eso".

¿Por qué sus superioras la juzgaban tan mal?; solo se puede encontrar respuesta en que era parte de la Providencia Divina para la santificación de Bernardette. De manera particular la Maestra de Novicias, Madre María Teresa Vauzou, quién fue la causante de muchos sufrimientos espirituales de Bernardette durante los 13 años que vivió en el convento. La Madre María, quien era estimada por su ojo agudo y su penetración psicológica, nunca fue capaz de leer en esta alma límpida su íntima unión con Dios, ni tampoco su total abandono a los deseos de su divina voluntad, la cual formaba su vida interior.

Bernardette, sin haber estudiado sobre la formas de oración, pasaba horas en ella, recitando su rosario con gran fervor. Vivía en unión perpetua con la Virgen Santísima y a través de Ella con Jesucristo.

"Bernardette estaba totalmente perdida en Dios".
Al recibir el hábito de postulante, recibió su nombre de religiosa el cual sería su mismo nombre bautismal, Sor María Bernarda.

Profesión anticipada
Tres semanas después de haber recibido el hábito, Bernardette enfermó de gravedad con un nuevo ataque de tuberculosis y tuvo que ser puesta en la enfermería.

Esta crisis de sofocación asmática y de tos fue tan seria que el médico pensaba que su muerte era inminente.

La Madre Superiora llamó al Obispo y este le administró el Sacramento de Extrema Unción, pero ella no pudo recibir el Viático porque constantemente estaba vomitando sangre. Pensando que Bernardette estaba a punto de morir, la Madre Superiora quiso darle el consuelo de pronunciar sus votos. Habló con el Obispo, y la comunidad dio su aprobación unánime.

Sabiendo lo que iban a hacer, Bernardette respondió con una sonrisa de agradecimiento. Fue el Obispo Forcade quien presidió la ceremonia. Bernardette dio su consentimiento por medio de signos ya que no podía hablar. Entonces le fue dado el velo de profesa. Se pensaba que estaba a punto de morir, pero Bernardette siempre ponía su salud en las manos de la Virgen.

La nueva religiosa se durmió y se despertó a la mañana siguiente en un estado de felicidad que ella declaró a su Superiora:

"Mi Reverenda Madre, usted me hizo hacer la profesión religiosa porque pensaba que iba a morir. Bueno, mire no voy a morir" .

La Madre Superiora entonces le respondió: "Tonta, tú sabías que no ibas a morir y no nos lo dijiste. En este caso, si no has muerto para mañana en la mañana, te quitaré el velo".

Y la hermana María Bernarda, con admirable sumisión heroica, le respondió simplemente:

"Como usted desee, reverenda Madre".

Y a pesar del dolor que esto le causaba, supo aceptar este cáliz que el Señor le enviaba.

Su madre murió en Diciembre 8, 1866, tenía 45 años y esta fue una de las tristezas más grandes que experimentó. En medio de su dolor dijo al Señor:

"¡Mi Dios, tú lo has querido! Yo acepto el cáliz que me das. Que tu Nombre sea bendito".

Durante su noviciado, Bernardette fue tratada más severamente y quizás más cruelmente que las otras novicias. Sus compañeras decían: "No es bueno ser Bernardette". Pero ella lo aceptaba todo y veía en ello la mano de Dios.
Bernardette profesó el 30 de octubre de 1867 con el nombre de Sor María Bernarda. Tenía 23 años. Sin embargo, la felicidad de ese momento fue teñida por una ruda humillación.

Cuando llegó el momento de distribuir a las nuevas profesas los trabajos, la Madre Superiora respondió a la pregunta del Obispo: "¿Y la hermana Marie Bernard?, "Oh, Señor Obispo, no sabemos que hacer. Ella no es buena para nada". Y prosiguió: "Si desea, Señor Obispo, podemos tratar de usarla ayudando en la enfermería". A lo cual el Obispo consintió. La hermana Marie Bernard recibió el dolor de esta humillación en su corazón, pero no protestó, ni lloró, simplemente aceptó el cáliz.

Otro cáliz que pronto tomaría fue la muerte de su padre en 1871, 6 años después que su mamá. Supo de la muerte de su papá, a quien no había visto mas desde que dejó Lourdes, pero sabía que había muerto en la fe.

Una hermana la encontró llorando a los pies de la estatua de la Virgen y cuando la hermana la iba a consolar ella le dijo:

"Mi hermana, siempre ten una gran devoción a la agonía de nuestro Salvador. El sábado en la tarde le oré a Jesús en agonía por todos aquellos que morirían en ese momento, y fue precisamente en el mismo momento en que mi padre entró a la eternidad. Que consuelo para mí el quizás haberle ayudado".

Muchas tribulaciones tuvo que pasar; humillaciones, grandes y pequeñas se apilaban sobre ella y ella decía:

"Cuando la emoción es demasiado fuerte, recuerdo las palabras de nuestro Señor, "Soy Yo, no tengan miedo". El rechazo y humillaciones de mis Superioras y compañeras inmediatamente agradezco a nuestro Señor por esta gran gracia. Es el amor de este Buen Maestro el que hará desaparecer el árbol del orgullo en sus malas raíces. Mientras más pequeña me hago, más crezco en el Corazón de Jesús."

A Bernardette se le concedió un gran regalo al comienzo de 1874. Había sido asistente de enfermería, un trabajo que amaba mucho, pero sus fuerzas se diminuían.

Después de un ataque de bronquitis en el otoño de 1873, por el cual tuvo que ir al hospital, se determinó que estaba muy débil para seguir ayudando en la enfermería y se le dio el trabajo de menos esfuerzo físico en el Convento, el cual era al mismo tiempo el más importante, y el cual ella amó mucho más que el de ayudante de enfermería; la nombraron asistente de sacristán.

Su nueva posición le daba la oportunidad de pasar mucho tiempo en la capilla, cerca del Santísimo Sacramento. Estaba casi sin supervisión, lo que le permitía hablarle al Señor en el Tabernáculo, sin que nadie pensara que ella era extraña.

Manejaba todos los artículos sagrados con gran reverencia. El corporal, los purificadores y las albas los trataba consciente que Jesús Encarnado los había tocado durante el Sacrificio de la Eucaristía. Por eso no permitía que nadie le ayudase en este ministerio.

Pero este regalo no duró por mucho tiempo ya que su salud constantemente empeoraba. A partir de 1877 no es más que una inválida. Se le provee cuidado lo más posible y ella obedece todas las prescripciones.

Pronunció sus votos perpetuos el 22 de septiembre de 1878, en un tiempo en que se sentía mejor. Pero no duró mucho. Al siguiente 11 de diciembre, retornó a la enfermería, para nunca más salir. Sus últimos meses fueron muy difíciles, haciéndole pasar por la noche oscura del alma. Perdió confianza, la paz del corazón y la certeza del cielo. Fue tentada al desánimo y desesperación. Pensaba que era indigna de la salvación. Este fue su cáliz más amargo y su sufrimiento mayor.

También sufría mucho físicamente. La cama le causó tener la espalda repleta de llagas. Su pierna tuberculosa se le reventó. Desarrolló abscesos en los oídos, los que la hicieron prácticamente sorda por un tiempo. Si no hubieran sido tan evidentes sus síntomas, nadie se hubiese sospechado que estaba enferma. Su actitud tan serena y gozosa no manifestaba el profundo sufrimiento que padecía. No perdió su fortaleza y su aceptación.

A una hermana le dijo que iba a orar para que el Señor le mandara consolación, ella le respondió: "No, no, no consolación, solo fortaleza y paciencia" .

Bernardette padeció su pasión durante la Semana Santa de 1879. El día 16 de Abril de 1879 rogó a las religiosas que la asistían que rezaran el rosario, siguiéndolo ella con gran fervor. Al acabar un Ave María, sonrió como si se encontrara de nuevo con la Virgen de la Gruta y murió. Eran las 3:15 PM.

Sus últimas palabras fueron la conclusión del Ave María: "Santa María, Madre de Dios, ruega por mí pobre pecadora....pecadora...".

Su cuerpo fue puesto en la pequeña Capilla Gótica, situada en el centro del jardín del Convento y la que estaba dedicada a San José. Fue en esta Capilla en la que, después de 30 años, en Septiembre 22, 1909, reconocieron el cuerpo, en vista al proceso de Beatificación diocesano. El cuerpo fue hallado en perfecto estado de preservación. Su piel dura, pero intacta, mantuvo su color. Hubo un segundo reconocimiento en Abril 18, 1925, poco antes de su Beatificación el 12 de Junio de 1925.

Bernardette fue Canonizada el 8 de Diciembre de 1933. Y celebramos su fiesta el día en que partió a la casa del Padre, el 16 de abril.

Lourdes se ha convertido en el santuario Mariano mas visitado de Europa y el segundo en el mundo, después del Santuario de la Virgen de Guadalupe en México. Infinidad de enfermos han sido sanados en las aguas milagrosas de Lourdes, pero el mayor milagro siguen siendo las muchísimas conversiones del corazón.

Santa Bernardette todavía se puede observar incorrupta en su capilla en Nevers, dentro de un féretro de cristal donde parece estar dormida. Su dulzura y paz aun toca los corazones.

lunes, 21 de junio de 2010

LA VIRGEN DE LAS LAGRIMAS DE SIRACUSA



Antonina Jannuso y su marido Angelo Jannuso se casaron y fueron a vivir y fueron a vivir a Siracusa provisoriamente con su madre y su hermano. Siracusa está en Sicilia, la gran isla que es el pie de Italia. Ellos eran muy pobres. Uno de los regalos de boda fue una placa de yeso de Nuestra Madre Celestial. Esta imágen había sido reproducida en masa en un estudio de la Toscana. Para cuando Antonina descubrió que estaba embarazada, parte de sus cambios físicos incluyeron toxemia que de vez en cuando le producía ceguera momentánea. Los doctores afirmaban que esto se debía al embarazo dificultoso y la aconsejaban de meterse en cama y no salir de allí. Antonina encontró un refugio en la plegaria, y su marido se le burlaba al respecto.

El 29 de agosto de 1953 ella empezó con retortijones espantosos que duraron mucho más de lo esperable. La gente que estaba con ella la urgía a que buscara a su marido y al doctor. De pronto la paciente se calmó. Antonina sufrió un ataque que la dejó ciega. Alrededor de las 8:30 su vista estaba normal nuevamente. En palabras de Antonina: “ Abrí mis ojos y miré a la imágen de la Santísima Virgen por arriba del cabezal de la cama. Para mi gran sorpresa la imágen estaba llorando.Llamé a mi cuñada Grazia y a mi tía Antonina Sgarlata que vino a mi lado señalando a las lágrimas. Al principio creyeron que se trataba de una alucinación debida a mi enfermedad pero cuando yo insistí y ellos se acercaron a esa placa pudieron ver claramente que habia lágrimas reales cayendo de los ojos de la Madonna, y que algunas lágrimas caian primero por sus mejillas y luego directamente a la cama. Aterrorizados llamaron a los vecinos, y ellos confirmaron el fenómeno..."

Su tía y su cuñada fueron testigos de este milagro. Todos los miembros de la familia fueron llamados y todos pudieron constatar el milagro. Antonia se quedó mirando a nuestra Madre Celestial por varias horas atestiguando el milagro, mientras que limpiaba las lágrimas que iban cayendo sin cesar. Primero fue con un pañuelo y luego con algodón. La “ Madonna “ lloró durante 4 días, desde el 29 de agosto al 1º de septiembre y atrajo a miles de peregrinos a Siracusa. Tres sacerdotes visitaron la casa durante ese lapso. Uno de ellos notificó al Tribunal de Siracusa, que reunía un grupo de distinguidos clérigos, cuatro hombres de ciencia y tres testigos de inmaculada reputación , para así formar una comisión investigadora. La comisión se reunió en la casa de los Jannuso la mañana del martes 1º de septiembre con el fin de estudiar el fenómeno y sacar una muestra de las lágrimas para ser analizadas. Luego del análisis se develó que las lágrimas tenían la misma composición química que las de orígen humano.

LAS LÁGRIMAS ERAN HUMANAS Y ESTO FUE DOCUMENTADO Y FIRMADO POR CUATRO DOCTORES

Ell cura párroco dió fé que los doctores juraron por la Biblia en cuanto a la veracidad de lo analizado. Los pedazos de algodón que habían enjugado las lágrimas de la Madonna que llora fueron enviados a varios lugares alrededor del mundo, y en muchos se produjeron varios milagros. Uno de ellos fue en España. La Santísima Virgen llora porque el mundo ya no reza más. Las personas ya no puede orar , porque están regidos y dominados por el orgullo y ya no se dirigen a Dios. La gente ya no se entrega a suplicar fervientemente al Espíritu Santo . Solamente confían en el conocimiento humano y en la ciencia, y no en Dios. La primera persona en experimentar un milagro fue tambien la primera en haber visto el llanto de la Virgen. Desde el momento en que Antonina Jannuso vió las lágrimas , se recuperó totalmente de una severa toxemia y más adelante en el tiempo dió a luz a un muy saludable hijo, el 25 de diciembre de 1953. El Arzobispo Baranzini ofició en el Bautismo del niño. La placa de “ La Virgen de las Lágrimas “ en Siracusa, Italia, fue aprobada para el culto el año siguiente por el Papa Pío XII : el 17 de octubre de 1954.


ORACIONES PARA IMPLORAR SUS FAVORES


Conmovido con el prodigio del derramamiento de tus lágrimas, oh misericordiosísima Virgen de Siracusa vengo hoy a postrarme a tus pies, y animado con una sencilla confianza por tantas gracias como has ido concediendo, vengo a ti, oh Madre de clemencia y de piedad, para abrirte mi corazón, para arrojar en tu dulce corazón de Madre todas mis penas, para unir mis lágrimas a las tuyas: las lágrimas del dolor por mis pecados y las lágrimas de los dolores que me afligen.

Míralas, oh Madre querida, con rostro benigno y con ojos de misericordia, y por el amor que tienes a Jesús dígnate consolarme y escucharme.

Por tus santas e inocentes lágrimas dígnate impetrarme de tu divino Hijo el perdón de mis pecados, una fe viva y ardiente, y la gracia que ahora, te pido...

Oh Madre mía, y esperanza mía, en tu Corazón inmaculado y dolorido pongo toda mi confianza.

Corazón Inmaculado y dolorido de María, ten compasión de mi.


Rezar la Salve.


Oh Madre de Jesús y Madre nuestra llena de piedad, cuántas lágrimas derramaste en el curso de tu vida.

Tu que eres madre, comprendes perfectamente la angustia de mi corazón que aunque me sienta indigno de tu misericordia me impele a recurrir a tu corazón de madre con confianza de hijo.

Tu corazón siempre rico en misericordia nos ha abierto una nueva fuente de gracias en estos tiempos de tantas miserias

Tu llanto materno me da la esperanza de que me has de escuchar benignamente.

Oh Corazón acongojado de María, obténme de Jesús aquella fortaleza con que soportaste las grandes penas de tu vida a fin de que cumpla siempre, con resignación cristiana y aun en medio del dolor, la voluntad divina.

Obténme, oh dulce Madre, que crezca mi esperanza, y si es conforme a la voluntad divina, obténme también, por tus lágrimas inmaculadas, la gracia que con tanta fe y viva esperanza te pido ahora....

Oh Virgen de las Lágrimas, vida, dulzura y esperanza mía, en ti pongo hoy y para siempre toda mi confianza.

Corazón inmaculado y dolorido de María, ten compasión de mi.


Rezar la Salve


Oh Mediadora de todas las gracias, Salud de los enfermos, consoladora de los afligidos, dulce y triste Virgen de las Lágrimas, no abandones a tu hijo en su dolor, sino como Madre llena de benignidad dígnate venir solícitamente a mi encuentro. Ayúdame, asísteme; recibe los gemidos de mi corazón y enjuaga piadosamente las lágrimas que riegan mi rostro.

Por las lágrimas de compasión con que al pie de la cruz acogiste en tu seno maternal a tu Hijo muerto recíbeme también a mi pobre hijo tuyo, y obténme con la gracia divina un aumento de amor a Dios y a mis hermanos que son también hijos tuyos.

Por tus preciosas lágrimas, obténme también, oh amabilísima Virgen de las Lágrimas, la gracia que ardientemente deseo y que ahora pido confiadamente con amorosa insistencia…

Oh Virgen de Siracusa, madre de amor y de dolor, a tu Corazón Inmaculado y dolorido consagro mi pobre corazón; recíbelo, guárdalo. sálvalo con tu amor santo y que jamás falla.

Corazón inmaculado y dolorido de María, ten compasión de mi



A NUESTRA SEÑORA DE LAS LAGRIMAS


Virgen de las Lágrimas, te vengo a saludar con palabras sencillas:

Haz que hoy sea el día más feliz de mi vida.

Me siento feliz. Me siento bien, no solo de salud corporal, sino sobre todo de salud espiritual.

Las pequeñas molestias y dificultades de cada día las que vendrán a visitarme hoy las acepto no solo con resignación sino con alegría. Se que Dios me las envía precisamente porque me quiere.

Que bien lo dice el refrán: "Quien bien te quiere te hará llorar."

Todo esto lo ofrezco por tu mediación al Sagrado Corazón de Jesús con todos mis pensamientos, palabras y obras de este día.

Y ahora, quisiera hacerte una petición... (pídase lo que se desea conseguir).

Virgen de las Lágrimas, se que con tus lágrimas podré conseguir de Jesús lo que pido si él ve que ha de ser para mi bien

Virgen de las lágrimas, bendíceme en este día.

AMEN


SUPLICA A LA VIRGEN DE LAS LAGRIMAS


Virgen de las Lágrimas, socórrenos: con la luz que irradia de tu Bondad, con el consuelo que brota de tu Corazón, con la paz, tú que eres reina de la paz.

Con toda confianza, te presentamos nuestra súplica: aquí están nuestras penas para que nos consueles, nuestros cuerpos para que los sanes, nuestros corazones, para que los llenes de contrición y caridad, nuestras almas, para que obtengas su salvación.

Recuerda, o Corazón doloroso e inmaculado que ante tus Santas Lágrimas, Jesús no te negó nunca nada. Dígnate pues, Madre Santa, a unir nuestras lágrimas a las Tuyas, para que tu divino Hijo nos conceda la gracia... (hágase aquí la petición) que con tanto ardor te imploramos.

¡Madre amantísima, de las Lágrimas y de la Misericordia, ten piedad de nosotros!


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1. Esta advocación, poco conocida, no alude a una aparición de la Virgen, sino a un fenómeno prodigioso que tuvo lugar el 29 de agosto de 1953 en la casa de un obrero en Siracusa (Sicilia). Durante cuatro días un cuadro de yeso con la imagen del Corazón Inmaculado de María derramó lágrimas humanas tal y como pudo constatar una comisión de médicos el 1 de septiembre del mismo año quien llevó a cabo los análisis sobre su composición. La autenticidad de este fenómeno fue declarada el 12 de diciembre de ese mismo año por por los obispos de Sicilia reunidos en conferencia episcopal. Para comprender el significado de este fenómeno se recomienda leer la catequesis que pronunció Juan Pablo II sobre la Virgen de las Lagrimas.

2. El autor de esta oración es Francisco Ortigas, gran devoto de esta virgen y a quién debo y agradezco todo el material que aquí ofrezco, fue publicada en un folleto junto a la novena del Padre Antonio Corredor García, O.F.M. en el año mariano de 1954. El autor dedicó la oración a su madre.






martes, 15 de junio de 2010

DEVOCION A LAS 3 AVE MARIAS




¿Existe alguna piadosa revelación que confirme esta devoción?


Sí, una; que por ser muy consoladora, voy a transcribir en toda su extensión:

"Declaró el Señor a Santa Gertrudis que cuantas veces reza un cristiano el Avemaría, otras tantas brotan del seno del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo tres impetuosos arroyuelos que van a penetrar suavemente en el corazón de la Santísima Virgen. Luego, saliendo de este mismo corazón, van a buscar su origen, y estrellándose al pie del trono de Dios, cual ola embravecida contra una roca, déjanla poderosísima, según el Padre, sapientísima, según el Hijo, y llena de amor y misericordia, según el Espíritu Santo.

Mientras uno está diciendo el Avemaría corren estos arroyuelos con grande impetuosidad alrededor de la Santísima Virgen inundándola, y vuelven a precipitarse enseguida sobre su Corazón santísimo. Con maravillosa precipitación van a buscar primeramente su origen y, retrocediendo después, se resuelven en gotas brillantes de gozo, dicha y salvación eterna, y caen cual lluvia benéfica sobre los Angeles y Santos y sobre los que recitan entonces la salutación angélica; y de este modo llegan a renovarse cada uno todos los bienes que recibiera por medio de la Redención". (P. Faber: .Todo por Jesús, cap. IV.)

También quiero apuntar aquí otra no menos interesante.

Como Santa Matilde suplicase a la Santísima Virgen que la asistiera en la hora de la muerte, oyó que la benignísima Señora le decía: "Sí que lo haré; pero quiero que por tu parte me reces diariamente tres Avemarías. La primera, pidiendo que así como Dios Padre me encumbró a un trono de gloria sin igual, haciéndome la más poderosa en el cielo y en la tierra, así también yo te asista en la tierra para fortificarte y apartar de ti toda potestad enemiga. Por la segunda Avemaría me pedirás que así como el Hijo de Dios me llenó de sabiduría, en tal extremo que tengo más conocimiento de la Santísima Trinidad que todos los Santos, así te asista yo en el trance de la muerte para llenar tu alma de las luces de la fe y de la verdadera sabiduría, para que no la oscurezcan las tinieblas del error e ignorancia. Por la tercera, pedirás que así como el Espíritu Santo me ha llenado de las dulzuras de su amor, y me ha hecho tan amable que después de Dios soy la más dulce y misericordiosa, así yo te asista en la muerte llenando tu alma de tal suavidad de amor divino, que toda pena y amargura de muerte se cambie para ti en delicias."

También se cuenta de Santa Gertrudis que mientras cantaba una vez los maitines con sus hermanas en la fiesta de la Anunciación, vio de pronto en figuras sensibles a las Tres Personas de la Santísima Trinidad, y que del corazón que cada una de ellas parecía tener, salía un rayo que penetraba en el corazón de la Bienaventurada Virgen María. Luego oyó una voz que decía: "Después del Poder del Padre, de la Sabiduría del Hijo y de la Misericordia del Espíritu Santo, nada hay comparable al Poder, a la Sabiduría y a la Misericordia de María."

Bien autorizada queda esta devoción por las revelaciones y el ejemplo de gran número de Santos que desde muy antiguo la vienen usando, seguros de que prestaban un grato servicio a la Virgen rezando las Tres Avemarías para honrar su Poder, su Sabiduría y su Misericordia.

A mayor abundamiento, los Sumos Pontífices, tan devotos de Nuestra Señora, han autorizado con su ejemplo esta devoción y la han recomendado a los fieles en la forma acostumbrada. Pío IX comenzó a rezar las tres Avemarías después de la Misa en su Capilla del Vaticano; León XIII mandó que se extendiese esta práctica a toda la Iglesia. Además, concedió doscientos días de indulgencias a todos los que rezasen las tres Avemarías y añadiesen esta jaculatoria: "Madre mía, libradme en este dia (o en esta noche) de pecado mortal". Pío X concedió trescientos días de indulgencias a los que rezaren las tres Avemarías con esta otra jaculatoria: "¡Oh María!, por vuestra Inmaculada Concepción, purificad mi cuerpo y santificad mi alma."

Añadamos para completar lo que venimos diciendo la autoridad de un teólogo tan santo y esclarecido como San Alfonso María de Ligorio, que ensalza y recomiendo de la manera más eficaz, y a cada paso, en sus escritos la devoción de las Tres Avemarías; y el ejemplo de un apóstol tan celoso de la salvación de las almas como San Leonardo de Puerto Mauricio, que predicaba constantemente las excelencias de esta piadosa práctica, y no se cansaba de recomendaría a los confesores para que éstos la inculcasen en sus penitentes como remedio eficaz contra los vicios, señaladamente contra la impureza.

¿En qué consiste la devoción de las Tres Avemarías?

En rezar tres veces el Avemaría a la Santísima Virgen, Madre de Dios y Señora nuestra, bien para honrarla, bien para alcanzar algún favor por su mediación.

¿Cuál es el fin especial de esta devoción?


Honrar tres principales atributos de María Santísima, a saber: el poder que le otorgó Dios Padre, por ser su Hija predilecta; la sabiduría de que la adornó Dios Hijo, al elegirla por su Madre; y la misericordia de que la llenó Dios Espíritu Santo, al escogerla por su inmaculada Esposa.

¿Y cuál es el fundamento de esta devoción?

La afirmación católica de que la Santísima Virgen poseyó, en el más alto grado posible a una criatura, los atributos de poder, sabiduría y misericordia.

Esto enseña la Iglesia al invocar a María como Virgen Poderosa, Madre de Misericordia y Trono de Sabiduría.

¿En qué consiste la Novena de las Tres Avemarías?

En rezar tres veces el Avemaría durante nueve días. Como hemos indicado en su lugar, la Santísima Virgen prometió a Santa Matilde asistirla en la hora de la muerte si rezaba cada día en su honor tres Avemarías para celebrar los atributos de Poder, Sabiduría y Misericordia con que la enriqueció la Beatísirna Trinidad.

Mas los devotos de María, entendiendo con esto cuán de su agrado es este obsequio, juzgaron que repitiéndolo durante nueve días, quizás alcanzarían para sus necesidades el eficaz socorro de su poderosa intercesión. Este es el origen de la Novena eficaz de las Tres Avemarías.

Esas Tres Avemarías son como otras tantas aldabadas que damos a las puertas del misericordioso y compasivo corazón de Nuestra Señora; son como tres aclamaciones angustiosas con que el alma implora su Poder, Sabiduría y Misericordia para el remedio de las múltiples necesidades que la aquejan.

Cuán del agrado de Nuestra Señora sea este piadoso ejercicio, dicenlo muy elocuentemente los muchos y diversos favores, tanto espirituales como materiales, que cuentan haber alcanzado por semejante práctica las personas que se han servido de ella para implorar la protección de la Santísima Virgen.

Pero lo más consolador son los beneficios espirituales que dispensa la Santísima Virgen por medio de esta Novena. Diríamos que esa bendita devoción es el anzuelo con que María Santísima pesca innumerables almas para el cielo; muchas, ciertamente, serán deudoras de su eterna felicidad en la gloria a la eficacia de esa devota práctica.

Conversiones extraordinarias de pecadores moribundos que se logró recibieran los últimos Sacramentos, a lo que se resistían; jóvenes extraviados, devueltos al camino del bien y al hogar, de donde los había arrancado la perversión; niatrimnonios que han recuperado el tesoro de la paz y unión, que hacia tiempo habían perdido; almas atormentadas por los escrúpulos y otras penas interiores, que recobraron la paz de conciencia y el sosiego de su espíritu; en fin, devoto lector, que esta Novena parece la panacea de todos los males, así del cuerpo como del alma.

Si quieres convencerte de ello, pruébalo; haz una Novena o varias para el remedio de tus necesidades o las de tu familia; pero hazla con fe y confianza, y purifica tu alma con una buena confesión; acude en los trances apurados a este piadoso ejercicio, y no dudo de que experimentarás su eficacia y encontrarás hartos motivos para ser devoto de la Madre de Dios y admirarte de su benignidad, que a cambio de tan corto servicio tan regaladas mercedes dispensa al que se lo hace.

DESCARGAR AQUI NOVENA DE LAS 3 AVE MARIAS

martes, 8 de junio de 2010

REPETICION EN LA ORACIÓN


Repetición en la oración

¿Fomenta la Iglesia católica el rezo con "palabrería" prohibido por Jesucristo?.

En Mateo 6, 7 Jesús nos enseña: "Y al orar, no charleis mucho, como los gentiles, que se figuran que por su palabrería van a ser escuchados."

Algunos interpretan que este pasaje condena la oración repetitiva. Sin embargo no se percatan de que en el próximo versículo, Mt 6, 8, Jesús nos enseña a rezar el Padre Nuestro, oración que todo cristiano se memoriza para repetirla toda su vida.

En este artículo deseamos demostrar que Jesús no prohíbe la oración repetitiva sino aquella que se hace sin poner el corazón. Los que utilizan a MT 6,7 para atacar el rezo del rosario caen en un error de interpretación, lo cual ocurre con frecuencia cuando se lee la Biblia fuera de la Iglesia católica. Ver Interpretacion Biblica.

Enseñanza de Jesús en Mt 6
Jesús nos enseña a orar y nos advierte de la vanagloria que obstaculiza la auténtica oración. Siempre hay la tentación en quien reza de creerse mejor que los demás por el hecho mismo de rezar. En el tiempo de Jesús los fariseos desarrollaron una elite religiosa con prácticas y rezos que eran inaccesibles al hombre común. Por eso se creían superiores. Repetían palabras en la oración poniendo más importancia en sus propios logros que en el don de Dios. Su pecado era la soberbia.

"Algunos han fallado en esto y se han dado a vanas palabrerías; pretenden ser maestros de la ley, cuando no saben lo que dicen, ni entienden lo que dogmatizan" -1 Timoteo 1,6-7

Podemos ver en este contexto por qué Jesús critica a los "que se figuran que por su palabrería van a ser escuchados." Se trata de palabras que no surgen del corazón, a lo que hoy llamamos rezar "de la boca para afuera". Estos ponen su confianza en el poder de sus propias palabras más que en Dios.

Un ejemplo de "palabrería" en la oración, del Antiguo Testamento:

I Reyes 18, 26
(Los baales) tomaron el novillo que les dieron, lo prepararon e invocaron el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: «¡Baal, respóndenos!» Pero no hubo voz ni respuesta. Danzaban cojeando junto al altar que habían hecho.

San Ambrosio, Padre de la Iglesia, hace la distinción entre la oración con intensidad y frecuencia y la oración repetitiva y mecánica: "el Señor Jesús en su enseñanza divina te mostró... la conveniencia de orar con intensidad y frecuencia, no para que tú repitas sin cesar y mecánicamente fórmulas de oración, sino para que adquieras el espíritu de orar asiduamente. Porque con frecuencia, las largas oraciones van acompañadas de vanagloria" (Libro 1,9).

La Biblia exalta la oración insistente:

Los judíos tenían oraciones conocidas por todo el pueblo. Las memorizaban para ayudar a la oración privada y la oración comunitaria. La Biblia tiene muchas otras oraciones diseñadas para la oración repetitiva. Al repetir, la mente se enfoca y profundiza en las verdades de la fe y se apropia de ellas.

Ejemplos:

· El salmo 136 repite la frase "porque es eterno su amor

· Los salmos 29, 46, 80, 107 y otros también tienen estrofas repetitivas.

· En Daniel 3, 57-88, la frase "cantadle y exaltadle eternamente" se repite 32 veces.

La Biblia además enseña la importancia de insistir en la oración:

· Jairo el jefe de la sinagoga: "le suplica con insistencia diciendo: «Mi hija está a punto de morir; ven, impón tus manos sobre ella, para que se salve y viva.» -Mc 5,23

· Los ancianos pedían a Jesús la curación del siervo del centurión: "Estos, llegando donde Jesús, le suplicaban insistentemente diciendo: "Merece que se lo concedas" -Lucas 7,4.

· "Así pues, Pedro estaba custodiado en la cárcel, mientras la Iglesia oraba insistentemente por él a Dios". -Hechos 12,5.

· "Noche y día le pedimos insistentemente poder ver vuestro rostro y completar lo que falta a vuestra fe." -I Tesalonicenses 3,10.

· "Elías era un hombre de igual condición que nosotros; oró insistentemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra durante tres años y seis meses." Santiago 5,17.

¡También en el cielo se repiten oraciones!: El Apocalipsis 4, 8-11: "Los cuatro vivientes tienen cada uno seis alas, están llenos de ojos todo alrededor y por dentro, y repiten sin descanso día y noche: «Santo, Santo, Santo, Señor, Dios Todopoderoso, 'Aquel que era, que es y que va a venir' »

Jesús nos enseña a insistir en la oración:

· "y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que están clamando a él día y noche, y les hace esperar?" Lucas 18,7

....Jesús mismo ora con insistencia

En Getsemaní Jesucristo repetía la misma oración durante su Agonía:

· "Y sumido en agonía, insistía más en su oración. Su sudor se hizo como gotas espesas de sangre que caían en tierra". -Lucas 22,44.

· "Y adelantándose un poco, cayó rostro en tierra, y suplicaba así: «Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa, pero no sea como yo quiero, sino como quieras tú»" "Y alejándose de nuevo, por segunda vez oró así: «Padre mío, si esta copa no puede pasar sin que yo la beba, hágase tú voluntad». "Los dejó y se fue a orar por tercera vez, repitiendo las mismas palabras" -Mateo 26, 39; 42 y 44

¿Por qué insiste Jesús? ¿Acaso le falta la fe?. Claro que no. Insiste porque pone todo su ser en la petición, no se muda de ella. El no reza con "palabrería" pero si con insistencia.

No sólo Jesús "insistía" en oración, "repitiendo las mismas palabras" sino que le pidió a sus discípulos en Getsemaní que lo acompañasen en Su oración. Ellos ya habían rezado en la Ultima Cena con El por mucho tiempo. Ahora tenían sueño. Tal vez pensaron que no había razón de seguir insistiendo en la oración. El hecho es que lo abandonaron en la oración. Muchos hoy día hacen igual. Les parece aburrido repetir los profundos misterios de nuestra fe y se quedan dormidos.

En cuanto al rosario, lo que repetimos son oraciones bíblicas:
-El Padre Nuestro (Mt 6,9-13);
-Ave María en gran parte en la Biblia. Lc 1,28-55: Jn 2,1-11. La segunda parte es nuestra respuesta confiada, acogiéndonos a la Madre que Dios nos ha dado.
-El Gloria (2 Cor 13,13-14)

Conclusión

No se debe confundir el rezar con "palabrería" con la "oración insistente" que nos enseña Jesús.

Insistir es recaer sobre el mismo tema. La oración insistente es por ende repetitiva pero no necesariamente es "palabrería". Depende de la disposición del corazón.

Jesús enseña a rezar de corazón, como El mismo reza, siendo todo amor y obediencia al Padre. Los que saben rezar son los humildes, los que de corazón claman al Señor porque reconocen que necesitan de El cada instante, los que son como niños.

El problema no es la repetición sino la charlatanería. El Santo Rosario y otras oraciones repetitivas, si se rezan de corazón, meditando sus misterios, con humildad, no sólo son aceptables sino que constituyen una "oración insistente" tal como es recomendada en la Biblia.

miércoles, 2 de junio de 2010

LA IMPORTANCIA DEL ROSARIO



El Rosario es considerado como la oración perfecta, porque junto con él, esta aunada la majestuosa historia de nuestra salvación. Es una oración simple, humilde como María; es una oración que podemos hacer con Ella.

Al rezar el Avemaría, invitamos a nuestra Madre a que rece con nosotros y una su oración a la nuestra. Es una verdadera colección de "rosas de alabanza" que obsequiamos a la más bondadosa de todas las madres, a la más bendecida de todas las mujeres. Es la oración de los sencillos y de los grandes. Es tan simple que está al alcance de todos; se puede rezar en cualquier parte y a cualquier hora.

¿Te has fijado que en los momentos de mayor dificultad, lo primero que se nos ocurre es rezar un Rosario?, y después de rezarlo, ¿has experimentado la paz y confianza que se siente?. Has la prueba, rezar el Rosario es como un bálsamo que te permite afrontar a vida desde otro punto de vista. El Rosario ha sido la devoción más efectiva para mantener viva en las mentes y en los corazones de los fieles el amor de Dios, la fe en el Señor Jesucristo, el conocimiento de las verdades básicas de la doctrina cristiana y la conciencia de pertenencia a la Iglesia.
Con su triple serie de misterios, el Rosario nos enseña a unirnos con María a Cristo en todo momento. Precisamente en eso consiste toda nuestra santificación: en configurarnos con Cristo, el hombre perfecto, el único "Camino, Verdad y Vida". Jesús vino al mundo por María; el hombre llegará a Dios por María.

El Rosario es la oración inspirada por la Virgen, con él se presenta en sus dos últimas apariciones: en Lourdes y en Fátima, fue aquí en donde ella misma se identificó con el título de "La Señora del Rosario", invitándonos a rezarlo como una arma poderosa en contra del maligno.


Algunas de las muchas ocasiones en que nuestra Madre nos invita a rezar el rosario:

EN LOURDES

Es durante el rezo del santo Rosario cuando la Santísima Virgen se le aparece a Bernardita Soubirous, en Lourdes, y lo reza con ella.


La Santísima Virgen se le apareció por primera vez a Bernardita Soubirous, de 14 años, el 11 de Febrero de 1858. El hecho tuvo lugar en la gruta de Masabielle, a orillas del río Gave.

Nos cuenta la propia Bernardita:

-“… Al levantar la cabeza mirando a la gruta vi a una Señora toda vestida de blanco, con un cinturón azul y en cada pie una rosa amarilla del color de la cadena de su rosario; las cuentas de éste eran blancas “.

“…Entonces metí la mano en el bolsillo y saqué el rosario… La Señora tomó el rosario que tenía entre sus manos e hizo la señal de la cruz… Me arrodillé y recé el Rosario en presencia de la hermosa Señora… Ella pasaba las cuentas de su rosario entre sus dedos, pero sin mover los labios. Unicamente al final de cada decena repetía conmigo el Gloria “.

“… La segunda vez fue el domingo siguiente ( 14 de Febrero )… Llegadas allí, cogimos cada una el rosario y nos pusimos de rodillas para rezarlo. Apenas terminado el primer misterio, vi a la Señora…”

“…Llegada a la gruta ( el 25 de Febrero ) y después de rezar el Rosario, le pregunté su nombre de parte del Señor Párroco… Ella, con los brazos inclinados al suelo, levantó su mirada al cielo y me dijo entonces, juntando las manos a la altura del pecho: -‘ Yo soy la Inmaculada Concepción ‘. El Papa Pío IX había proclamado el dogma de la Concepción Inmaculada de María el 8 de Diciembre de 1854.

La Virgen se le apareció a Bernardita un total de 18 veces. La Virgen le habló a Bernardita en Patois ( dialecto ). Bernardita nació el 7 de Enero de 1844 y murió el 16 de Abril de 1879. Fue canonizada por Pío XI en 1933.

EN FATIMA

En las 6 apariciones de Fátima, la Virgen pidió el rezo diario del Rosario, y en la última se identificó como la Señora del Rosario.

En la primera aparición en Fátima, el 13 de Mayo de 1917, les dice la Virgen a los 3 pastorcitos:

-“ Recen el Rosario cada día para obtener la paz en el mundo y el fin de la guerra “

En la 2a aparición, el 13 de Junio del mismo año, le dice la Virgen a Lucía:

-“ Quiero que reces el Rosario cada día “

En la 3a aparición, el 13 de Julio, la Virgen le recomienda a Lucía:

-“ Yo quiero que continúes rezando el Rosario cada día, en honor de Nuestra Señora del Rosario, para obtener la paz en el mundo y el fin de la guerra, porque sólo Ella puede ayudarte “

El 19 de Agosto, en la 4a aparición, la Virgen le insiste:

-“ Quiero que continúes rezando el Rosario todos los días “

En la 5a aparición, el 13 de Septiembre:

-“ Continúen rezando el Rosario para obtener el fin de la guerra “ ( la muchedumbre rezaba el Rosario mientras esperaba la aparición ).

En la 6a y última aparición a los 3 pastorcitos, el 13 de Octubre de 1917, les dice la Virgen María:

-“ Yo soy la Señora del Rosario. Continúen siempre rezando el Rosario cada día. La guerra va a su fin y los soldados pronto regresarán a sus casas “.
En Bonata y en Tre Fontane

En 2 lugares de Italia, a una niña y a un padre de familia, la Virgen recomienda el rezo del Rosario, por la conversión de los pecadores.

Del 13 al 31 de Mayo de 1946, Nuestra Señora se le apareció a la niña Adelaida Roncalli, en Bonata, Italia, recomendándole la ” recitación ferviente y frecuente del Rosario, con la meditación de los misterios “.

Por su parte, Bruno Cornacchiola, a quien se le apareció la Virgen el 12 de Abril de 1947 en Tre Fontane, ( Roma ), dice:

-“ La Santísima Virgen… recomendó encarecidamente rogar mucho y rezar todos los días el Rosario por la conversión de los pecadores, de los incrédulos y por la unión de los cristianos “.
En Akita, Japón

En el país castigado con 2 bombas atómicas, la Virgen habla del terrible castigo que nos aguarda, y del Rosario, como único remedio eficaz para evitarlo.
En 1973, una imagen de la Santísima Virgen que derramó “ lágrimas humanas “ ( 101 veces ), le habló a la Hermana Agnes Sasagawa, religiosa del Instituto de las Siervas de la Eucaristía, en Akita, Japón. El 13 de Octubre, en el tercer mensaje, la voz procedente de la imagen “ resplandeciente con una luz deslumbrante “, le dijo:

-“ Como ya lo había anunciado anteriormente, si los hombres no se convierten el Padre dejará caer sobre toda la raza humana un gran castigo. Sin duda alguna será un castigo terrible, como jamás se ha visto. El fuego caerá del cielo. Por este castigo una gran parte de la Humanidad será aniquilada. Morirán por igual los sacerdotes y los fieles. Los hombres que sean perdonados y exceptuados tendrán grandes sufrimientos y desolación tal que envidiarán a los que estén muertos. La única arma que queda es el Rosario, y el signo dejado por mi Hijo. Cada día recen el Rosario por el Papa, los Obispos y los sacerdotes “.

-“ El demonio se filtra hasta en el interior de la Iglesia. Se levantarán Cardenales contra Cardenales, Obispos contra Obispos,… Recen mucho el Rosario. Sólo Yo puedo salvarlos de la desgracia anunciada. El que me presta su plena confianza será salvado “.
En Cuapa, Nicaragua

El rezo del Santo Rosario en Nicaragua influyó en forma determinante para que este país centroamericano recobrara su libertad y la paz.

Desde el 8 de Mayo de 1980, la Santísima Virgen se le apareció en 6 ocasiones a Bernardo Martínez, campesino, sacristán de la iglesia de Cuapa, Nicaragua. Posteriormente, él se recluyó en un seminario, trabajando como jardinero. Los sandinistas le ofrecieron tierras y casas a cambio de que negara las apariciones; posteriormente, ante su negación, lo amenazaron.

En la primera aparición, a la pregunta de Bernardo: - “ ¿ Qué quiere ? “, la Santísima Virgen le respondió:

-“ Que recen el Rosario no sólo en Mayo, sino siempre… Recen el Rosario meditando… Si rezan el Rosario, habrá paz “.
En Monte Umbe y en Garabandal

En 2 poblaciones de España, en sendas apariciones, la Virgen rezó el Rosario con las videntes, enseñándoles a rezarlo adecuadamente.

En Monte Umbe, Vizcaya, al aparecérsele a Felisa Sistiaga Orozco el 25 de Marzo de 1941, ” La Virgen llevaba un rosario enrollado en su muñeca,… un rosario de 15 misterios “, y el 24 de Diciembre de 1970 la Virgen se apareció y rezó el Rosario con Felisa y su familia.

En su diario, Conchita González, vidente de Garabandal, España, anota el domingo 2 de Julio de 1982:

-“ Ese día hablamos mucho con la Virgen, y Ella con nosotras… Rezamos el Rosario viéndola a Ella y Ella rezaba con nosotras para enseñarnos a rezarlo bien…”

Padre Gobbi, cita sobre sus locuciones marianas.

La Virgen misma nos ha ilustrado muchísimo acerca del Santo Rosario, a través del Padre Gobbi.

-“ No se asombren si en esta batalla caen los que no han querido o no han sabido usar el arma que Yo misma les he dado: la oración sencilla, humilde y mía del Santo Rosario. Es oración sencilla y humilde y, por lo tanto, es la más eficaz para combatir a Satanás, que hoy los seduce, sobre todo, con el orgullo y la soberbia “ ( 28 de Mayo de 1976 ).

” Nunca dejen el rezo del Santo Rosario, esta oración que Yo quiero con predilección y que he venido del Cielo a pedirles. Yo les he enseñado a rezarlo bien, haciendo pasar entre mis dedos las cuentas del rosario, mientras me unía a la oración de aquella pequeña hija mía a la que me aparecí en la Gruta de Masabielle “.

“ Cuando rezan el Rosario me invitan a orar con ustedes y Yo, cada vez que lo hacen, me uno verdaderamente a su oración. Así, ustedes son los pequeños hijos que rezan en torno a la Madre Celestial. Por ello, el Santo Rosario es el arma más poderosa que pueden usar en la terrible batalla que están llamados a librar contra Satanás y su ejército del mal “ ( 11 de Febrero de 1978, aniversario de la aparición de la Virgen en Lourdes ).

” Con la oración… podrán liberar un número inmenso de almas que Satanás ha logrado hacer prisioneras. La oración es una fuerza poderosa y suscita en el bien reacciones en cadena más fuertes que las reacciones atómicas “.

“ La oración que Yo prefiero es el Santo Rosario. Por eso en mis numerosas apariciones, Yo siempre invito a rezarlo, me uno a los que lo rezan, lo pido a todos con ansia y preocupación maternal “.

“ ¿ Por qué el Santo Rosario es tan eficaz ? Porque es una oración sencilla, humilde, y los forma espiritualmente en la pequeñez, en la mansedumbre, en la sencillez del corazón “.

“ Hoy, Satanás logra conquistarlo todo con el espíritu de soberbia y de rebelión contra Dios, y les tiene terror a todos los que siguen a su Madre Celestial en el camino de la pequeñez y de la humildad “.

“ La soberbia de Satanás volverá a ser vencida por la humildad de los pequeños, y el Dragón rojo se sentirá definitivamente humillado y derrotado, cuando Yo lo ate, no con una gruesa cadena, sino con una cuerda fragilísima: la del Santo Rosario “ ( Fort Lauderdale, Florida, 7 de Octubre de 1983 ).

” Ustedes me veneran como la Virgen del Santo Rosario. El Rosario es mi oración, es la oración que Yo vine a pedirles desde el Cielo, porque es el arma que deben usar en estos tiempos de la gran batalla y es el signo de mi victoria segura “.

“… La cadena con la cual el gran Dragón debe ser atado es formada por la oración hecha conmigo y por mi medio. Esta oración es el Santo Rosario… La cadena del Santo Rosario tiene ante todo la tarea de limitar la acción de mi adversario “.

“ Cada Rosario que ustedes rezan conmigo tiene el efecto de reducir la acción del Maligno, de sustraer las almas de su influencia maléfica… La cadena del Santo Rosario tiene también el efecto de encadenar a Satanás, es decir, de hacer impotente su acción y de disminuir y debilitar cada vez más la fuerza de su poder diabólico. Por esto cada Rosario bien rezado es un duro golpe infligido al poder del mal, es una parte de su reino que es destruída. La cadena del Santo Rosario logra finalmente hacer a Satanás totalmente inofensivo “( Blumenfeld, Alemania, 7 de Octubre de 1992 ).

” El Rosario, que ustedes rezan, tiene una potencia fuertísima contra el mal y las numerosas seducciones de mi adversario “.

“ Al dominio de Satanás que se extiende, a la esclavitud del pecado que somete a tantos de mis hijos, al mal que pone su veneno en los corazones, a las insidias del Maligno que se vuelven engañosas y peligrosas, a la fuerza potente de la masonería que logra insinuarse dondequiera, al culto satánico que se difunde, respondan con la oración del Santo Rosario. Esta es mi oración, es su oración “ ( Roma, 1o de Mayo de 1994 ).
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